EL CORAZÓN DEL DAÑO. MARÍA NEGRONI

Hay libros que deben ser museos. Libros que son puertas al infinito del todo. Poco se puede escribir sobre un libro que ya lo dice todo. Una entrada de agradecimiento, quizá, de alegría porque el nombre de Negroni interrumpiera en mi vida. Retales de su libro que es más que la historia. Una oda a la escritura, al poema, a las letras que recorren el ciclo de la vida. Con su dolor y su llanto. Con su rabia y pensamiento y reflexión y derecho. Un colocar, un mensaje... 

Retales de El corazón del daño. 

"Se escribe en soledad. También, agregó Proust, se llora en soledad, se lee en soledad, se ejerce la voluptuosidad, a salvo de las miradas."

"Un libro es una perplejidad de la claridad, anotó Edmond Jabès. Escribir sería, en tal sentido, enfrentarse a un rostro que no amanece. O, lo que es igual: esforzarse por agotar el decir para llegar más rápido al silencio."

"La literatura es una forma elegante del rencor."

"Escribir es horrible, dijo Clarice Lispector. 
(Y después caminó por años, como una equilibrista, sobre la “celada de las palabras”).
Yo diría que es también tramposo. Porque decora el dolor, le pone plantitas, fotos, manteles y después, se queda a vivir ahí para siempre, en la capilla ardiente del lenguaje, confiando en que nada puede agravarse porque si ya duele, ¿cómo podría doler más?"

"Quisiera saber si existo de verdad, si mis aros visibles hablan de una edad o un estado de conciencia o algo, no importa qué.
En la escena de la infancia, está el mundo. 
En la de la escritura, también."

"Baudelaire definió a la belleza como un sueño de piedra. 
Quiso decir tal vez que, en la experiencia estética, interviene algo del orden del crimen y de la taxidermia, que todo artista es un dealer de la muerte, que canibaliza la vida y la transforma en fantasma material.
Balzac complejizó la idea.
Hace falta un talento enorme, dijo, para pintar un vacío. 
Su pintor Frenhofer, de La obra maestra desconocida, lo sabe bien."

"Por qué supe tan tarde que obedecer no es una virtud."

"Lo dijo la filósofa María Zambrano: escribir es defender el silencio en que se está."

"La poesía pertenece a la política de un modo singular. 
La frase es de Alain Badiou y figura en su libro La politique des poètes. Esa pertenencia consiste en sostener una no pertenencia. 
¿Y en qué consiste esa no pertenencia?
En producir, contra la apología del sentido, un cortocircuito en el lenguaje para que el pensamiento advierta su propia insuficiencia. 
En el poema —verdadero “inutensilio”, según Paulo Leminski— las palabras se niegan a servir para algo; solo aspiran a la inadhesión, exhibiendo de ese modo su rechazo a cualquier doxa.
Los poetas lo han dicho de mil modos: 
Escribir es susurrar lo que se ignora. 
Lo escrito no es espejo. 
La claridad no es más que la cara amable de la sombra.
La poesía piensa al interior de la poesía misma. 
Preserva algo de la infancia antes de la palabra. 
Se quiere inactual, sin atributos, sin mundo.
Es anterior a la verdad (la verdad es la más peligrosa de las mentiras).
Un poema, escribió Huidobro, es hermoso porque crea hechos extraordinarios que necesitan del poema para existir en algún lado. 
Araignée du soir, Espoir."








Comentarios

  1. Recuerdo que una vez una chica me dijo que era escritor. Le dije que no, jamás de los jamases. Para mí escribir no era un oficio, siquiera un propósito, aspiración o ensueño. La escritura era adentrarse a múltiples dimensiones. Lo fascinante de la escritura era -y es- su multidimensionalidad: es lúdico porque puedo crear mundos y seres fuera de mi mundo; puede ser íntimo, mi gruta, mi confesión. Puede ser una explicación, una teoría, un deseo, una súplica, una receta, una partitura...Puede ser tantas cosas que no quiero, ni deseo, teoría alguna de las que he leído. La escritura, sin embargo, debe ser libre. Libre.

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