LA GUERRA NO TIENE ROSTRO DE MUJER, Svetlana Aleksievich & LA GUERRA CONTRA LAS MUJERES

 

"A lo largo de dos años, más que hacer entrevistas y tomar notas, he estado pensando. Leyendo. ¿De qué hablará mi libro? Un libro más sobre la guerra... ¿Para qué? Ha habido miles de guerras, grandes y pequeñas, conocidas y desconocidas. Y los libros que hablan de las guerras son incontables. Sin embargo... siempre han sido hombres escribiendo sobre hombres, eso lo veo enseguida. Todo lo que sabemos de la guerra, lo sabemos por la «voz masculina». Todos somos prisioneros de las percepciones y sensaciones «masculinas». De las palabras «masculinas». Las mujeres mientras tanto guardan silencio. Es cierto, nadie le ha preguntado nada a mi abuela excepto yo. Ni a mi madre. Guardan silencio incluso las que estuvieron en la guerra. Y si de pronto se ponen a recordar, no relatan la guerra «femenina», sino la «masculina». Se adaptan al canon. Tan solo en casa, después de verter algunas lágrimas en compañía de sus amigas de armas, las mujeres comienzan a hablar de su guerra, de una guerra que yo desconozco. De una guerra desconocida para todos nosotros. Durante mis viajes de periodista, en muchas ocasiones, he sido la única oyente de unas narraciones completamente nuevas. Y me quedaba asombrada, como en la infancia. En esos relatos se entreveía el tremendo rictus de lo misterioso... En lo que narran las mujeres no hay, o casi no hay, lo que estamos acostumbrados a leer y a escuchar: cómo unas personas matan a otras de forma heroica y finalmente vencen. O cómo son derrotadas. O qué técnica se usó y qué generales había. Los relatos de las mujeres son diferentes y hablan de otras cosas. La guerra femenina tiene sus colores, sus olores, su iluminación y su espacio. Tiene sus propias palabras. En esta guerra no hay héroes ni hazañas increíbles, tan solo hay seres humanos involucrados en una tarea inhumana. En esta guerra no solo sufren las personas, sino la tierra, los pájaros, los árboles. Todos los que habitan este planeta junto a nosotros. Y sufren en silencio, lo cual es aún más terrible. Pero ¿por qué?, me preguntaba a menudo. ¿Por qué, después de haberse hecho un lugar en un mundo que era del todo masculino, las mujeres no han sido capaces de defender su historia, sus palabras, sus sentimientos? Falta de confianza. Se nos oculta un mundo entero. Su guerra sigue siendo desconocida...Yo quiero escribir la historia de esta guerra. La historia de las mujeres."

"No escribo sobre la guerra, sino sobre el ser humano en la guerra. No escribo la historia de la guerra, sino la historia de los sentimientos. Soy historiadora del alma."

Svetlana Aleksievich

Con cada libro se abren un poquito más las fronteras, políticas y mentales, de ese horizonte inmenso que nos sobrepasa. La Humanidad, tan compleja y diversa, pero, a veces, tan conectada y similar...  Me cuesta tragar. Intento contextualizar, relativizar y dejar a un lado los prejuicios... Sigue costando. Aplico el consejo de W. "la historia también cambia dependiendo del lector/a -no solo de quien la cuente-, de quien duda y contrasta, revisa las fuentes, al autor o autora (que es subjetivo/a), atiende a la complejidad del testimonio y una larga retahíla. Para acercarse a la verdad hay que leer años.". Comprendo que este libro está basado en vivencias personales y así lo aclara su autora. Que muchas afirmaciones, creencias y alusiones son pensamientos de la época, de la educación del momento.... Qué tristeza tan grande. Veo varios documentales, investigo en el canal Historia, leo otros libros... comprendo un poco más y me horrorizo, si cabe, mucho más...

"A veces regreso a casa después de la conversación de turno pensando que el sufrimiento es soledad. Aislamiento absoluto. Otras veces me inclino a creer que el sufrimiento es un tipo de conocimiento, de sabiduría". Stanislava Petrovna Vólkova, subteniente, jefa de una sección de zapadores.

No es solo comprender lo que me te tiene obsesionada, respecto a la maldad humana, el contexto político, social, histórico, ideológico que propició semejante barbarie se remonta a muchos años atrás... Empiezo a entender que el nazismo, por ejemplo, no se explica sin comprender la Primera Guerra Mundial. Sin el Tratado de Versalles... Debo retroceder al origen, me llevará un tiempo...


Otro tema significativo son las violaciones contra las mujeres. Da igual el bando, da igual la guerra. Es algo constante y permanente. En este caso no solo fueron los nazis.  A. Rátkina, cabo, transmisiones narra que era "la Ley de la guerra", porque los hombres llevaban tiempo sin mujeres y porque el odio les desbordaba. Cuando entraban en un pueblo o aldea tenían tres días de impunidad para violar y saquear. Pasados esos tres días sí se les podía mandar a los tribunales... 
Las violaciones a alemanas no fueron solo por parte de Militares soviéticos, también estadounidenses,  franceses... 

El Documental "La Guerra contra las mujeres" que puede verse en Filmin y Netflix, trata de las violaciones que se ejercen a niñas y mujeres como arma de guerra. Once mujeres relatan su sobrecogedora experiencia. 

Documental sobre la violación de mujeres y niñas como arma de guerra, a través del terrible relato de 11 mujeres de tres continentes diferentes. Rodado durante tres años, el film denuncia la pasividad de la comunidad internacional en un asunto tan atroz. La violencia sexual contra las mujeres está considerada como eficaz en la guerra, ya que propaga la población del agresor. Este método, utilizado en lugares como Ruanda o Bosnia, fue clave para que los tribunales juzgaran la violación como un crimen contra la humanidad. 
FILMAFFINITY



Me resulta curioso que la Guerra sea algo tan constante y repetitivo en la historia de la humanidad. Algo que destruye tanto y va tan en contra del propio ser humano...

Comentarios

  1. Gracias por recomendar el documental, que tendré que ver. Es cierto que la mujer siempre ha sido una figura que la historiografía -generalmente- ha ocultado y oculta, algo asombroso porque eran y son las que de verdad sufren el doble o el triple en cualquier conflicto armado. Queda mucho por hacer...

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    1. Hernán Zin ha sido todo un descubrimiento. Visibiliza temas muy importantes y necesarios. Impresionante su labor. Por cierto, no sabía que el guion de la película "Ven y mira" fue de un escritor que vivió de niño la invasión nazi en las aldeas de Bielorrusia. Y que fue mentor de Svetlana, en el libro, "Últimos testigos", interpreto. Esa película la había empezado y la tuve que parar. La dejé a medias porque me daba mucha ansiedad. Después de leer el libro la acabé el otro día y me pareció impresionante. Al final la información parece que es también una protección no?. No sé... :)

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