EL COLOR PÚRPURA

 

Me cuesta creer que haya tardado tantos años en leer este libro, pero creo que llegó en el momento adecuado. Y, aunque su adaptación cinematográfica por parte de Steven Spielberg en 1985, protagonizada por Whoopi Goldberg, Danny Glover y Oprah Winfrey, no me defraudó, no podría decir que me hiciera sentir todo lo que Alice Walker logró evocar en mí mientras descubría sus páginas. 

Cuando acabé el libro busqué a Alice Walker bajo las piedras. Quería saber todo de ella y cada descubrimiento crecía en magnitud. Pienso que no me da tiempo para todo lo que deseo conocer y saber de Walker y de El Color Púrpura fue un pequeño logro que me llenó de esperanza. 

En una frase suya dice "Creo que ‘The Color Purple’ está tan lleno de amor, la necesidad de conexión, la necesidad de conexión en todo el mundo." Y fue precioso, porque yo sentí eso. Sentí una gran conexión y mucho, muchísimo amor. No lo terminé hasta casi las cuatro de la mañana, pero esa noche descansé, porque me soñé querida. 

Walker también dice: "Me he enamorado de la imaginación. Y si te enamoras de la imaginación, entiendes que es un espíritu libre. Irá a cualquier parte, y puede hacer cualquier cosa." Así que puedo sentir algo basado en emociones inspiradas en la imaginación, hacerlas mías y usarlas. Walker me enseñó un superpoder y es que no se necesita la realidad para lograr algunas cosas. 

Retales de El Color Púrpura

A las mujeres sí las miro porque a ellas no les tengo miedo

Mi mamá se murió. Mi hermana Nettie se escapó de casa. Mr. me trajo aquí para que cuidara a sus condenados hijos. No me preguntó nada de mí. Se me echó encima y venga a joder y a joder, a pesar de que yo llevaba la cabeza vendada. A mí nunca me han querido. 

Quería saber todo sobre Nettie. Yo estuve hablando hasta que me quedé sin voz. ¿Por qué quieres saber todas esas cosas de Nettie?, le pregunto. Porque es la única persona a la que tú has querido, me contesta, a parte de a mí. 

Cuando yo descubrí que imaginaba que Dios era blanco y hombre perdí el interés. 

En realidad, todo el libro es un gran retal importante, donde cada palabra se retroalimenta la una de la otra, creando así la historia completa que luego, a nosotros, al leer de madrugada, nos llega en forma de un sentir que se clava dentro y nos hincha el pecho, como si fuéramos queridas. 

Adaptación cinematográfica de Steven Spielberg en 1985